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lunes, 29 de septiembre de 2014

"Escribir es precisamente enfrentarse al misterio" – Entrevista a Paola Cadena Pardo por Raquel Abend van Dalen


Tu primer poemario, Hotel, está concebido arquitectónicamente como un hotel: habitaciones, lobby, bar, lugares que el lector puede ir visitando a medida que lee. Y a su vez, historias sobre los huéspedes que ocupan estos lugares. ¿Quiénes son ellos? , ¿qué hacen ahí?

Nunca me lo pregunté. Ahora que lo pienso me vienen a la cabeza dos alternativas que tal vez no se excluyen. Por un lado, pienso que todos son una versión de mí misma afrontando cada uno de esos espacios que el “hotel” de la vida nos va ofreciendo en la estadía aquí. Pero también pienso que, simultáneamente, eso huéspedes del hotel encarnan los seres que la vida nos pone en frente con su trascurrir, esa gama de personajes que vamos encontrando con el tiempo y que por una u otra razón nos dejan una marca, un recuerdo, algo.

¿Qué lugar le das al misterio en tu escritura?

Para ser sincera le doy un lugar central. Para mí escribir es precisamente enfrentarse al misterio, a todo aquello que no podemos afrontar desde una posición racional y lógica, sino que sólo desde la intuición y desde una disposición de apertura a ese acontecer del acto poético, puede ser logrado. El misterio  para mí es algo que está ahí, que está y que es, ¿qué? me podrían preguntar, y entonces yo diría como Nicanor Parra: "Que cada cual lo llame como quiera:/
Ese es un problema personal".

¿Cómo vives la relación entre migración y poesía?

Creo que la migración es un ejercicio saludable para la escritura, no necesario, pero sí saludable, por lo menos así lo fue en mi caso. Pienso, sobre todo, que la capacidad de sorprenderte de nuevo, como un niño, que te da el estar lejos de todo lo que siempre has considerado como tuyo, como usual, es una ganancia enorme. Es abrir los ojos a algo que no habías visto y ver de nuevo lo conocido desde otro punto. Yo creo que la poesía está hecha de asombro, asombro ante la realidad, ante el hombre, ante el misterio, ante todo lo que nos rodea; entonces, es ahí donde la migración se hace saludable para la poesía, de cualquier forma, te obliga a mirar, nuevamente, con un asombro genuino todo lo que te rodea.

¿Te consideras una poeta cuya extranjería es independiente del lugar donde viva?

Si y no, no de forma tan radical. Digamos que estar lejos de mi país de origen me ha dado cierta conciencia de ese sentimiento de extranjería que muchas veces he llegado a experimentar en mi propia ciudad. Sin embargo, creo que no se debe confundir cierta sensación, que muchas veces podemos experimentar, de aislamiento frente a un mundo que nos resulta ajeno en cualquier lugar, con la idea de extranjería. Creo que la tierra en que nacemos, inevitablemente, construye una porción de nosotros, qué tan grande o pequeña sea, dependerá de cada quien, supongo, pero creo que mi extranjería, en el sentido absoluto de la palabra, la siento fuera de mi país, que soy colombiana de cualquier modo, e inevitablemente, aquí y en Colombia, aunque la sensación de lo ajeno pueda suceder también en cualquier lugar.


El proyecto de realizar un poemario titulado Cinema, en el que cada poema hace alusión a una película, ¿fue una idea premeditada o se fue desarrollando a medida que fuiste escribiendo los textos?

Bueno, en realidad el poemario surgió sin planeación, es decir, no decidí inicialmente escribir un poemario sobre películas sino que más bien una película específica me llevó a escribir el primer poema, de hecho fue Dogville de Vontrier. El poema surgió inmediatamente después de ver la cinta, cuando las sensaciones y los pensamientos que me provocó estaban latentes aún, así que en ese momento me di cuenta de que el cine causaba una serie de experiencias muy fuertes en mí que trasladas a la escritura podrían convertirse en poemas. Fue así como unos meses más tarde decidí empezar a ver de nuevo todas aquellas películas que por una u otra razón me habían marcado, pero esta vez con la intención de escribir sobre ellas. Por supuesto, no todos los intentos salieron exitosos, hubo poemas, de películas que amo, que no lograron ser, por lo menos no lo que yo esperaba de ellos, así que quedaron por fuera del poemario, otros tantos sobre los que tuve que volver varias veces después de la primera escritura y algunos pocos que surgieron casi que terminados en el primer intento.
Cinema es un libro bastante peculiar, tanto desde el punto de vista de su composición como desde el punto de vista de su temática, ¿cuál es la relación que guardan sus poemas con los films que les dan título?

Siento que es una relación bastante arbitraria, la verdad. Creo que el poema intenta poetizar simultáneamente la experiencia del personaje dentro de su mundo cinematográfico y mi propia experiencia como espectadora que tiene una realidad diferente pero que a la vez se refleja en la película. Además, creo que varía un poco de poema a poema. Tal vez en algunos casos el poema es un collage de las impresiones más fuertes que tuve de la película, pero, en otros tantos, se trata de una mezcla de las imágenes fílmicas con las imágenes de mi propia experiencia, podría ser algo así como un diálogo entre la realidad de la película y mi propia realidad.


¿Qué relaciones fértiles crees que pueden sostenerse entre la poesía y otras artes?

Creo que un escritor parte siempre de sus experiencias y sobre todo de sus pasiones para darle vida a su obra; entonces,  pienso que no sólo los libros alimentan su proceso creador, sino todo aquello que lo apasiona y dentro de esto, puede estar cualquier otra manifestación artística diferente a la literatura. En mi caso particular el cine es uno de esos grandes amores que en un momento dado se infiltró en mi escritura como una forma de expresar mi experiencia frente a las películas y lo que de la vida pude observar a través de ellas. Pero como el cine, creo que puede ser la pintura, la música o cualquier otro tipo de arte el que funcione como semilla que para el acto creador.

¿Cómo fue el proceso de selección de las películas que aparecen en el poemario? Me llama la atención que el color tiene una gran preponderancia en ellas.

De las películas que escogí creo que no hubo otro criterio diferente al plenamente subjetivo, son películas que en su momento me hicieron vivir una experiencia muy fuerte, de esas con las que uno llora y reí a plenitud o que nos dejan algo así como sumergidos en otra dimensión personal, durante horas, después de verlas. Como ya dije, cuando decidí Cinema como proyecto de libro, empecé a ver nuevamente las películas que ya hacían parte de mi catálogo personal; ya luego, acudí a las recomendaciones de ciertos amigos cinéfilos que me conocen bastante y saben qué tipo de película me puede llegar encantar, uno de ellos las llama películas paolescas (sabe que son cintas que me van a hacer llorar), lo cual no tengo muy claro, pero generalmente logra atinar, así que tal vez eso del color que te llamó la atención puede tener algo que ver con lo que él paolesco sin que yo haya sido consciente de ello.

Al leer tu libro me encontré con la presencia de giros coloquiales, en los que de pronto se puede sentir el manejo de cierto erotismo. ¿Es un tema que llame tu atención?, ¿quieres profundizarlo en proyectos venideros?

Bueno, la verdad no creo que sea un tema que me llame la atención particularmente. Tal vez el contenido de varias de las películas me llevó a tocarlo en diferentes ocasiones, y aunque me parece interesante como faceta de lo humano,  no creo que llegaría a centrar un proyecto poético completamente en él. Sin embargo, sí creo que el erotismo es sí mismo una cuestión bastante poética, que como la poesía, tiene mucho que ver son lo sensorial y la vez con lo creativo, con la imagen, tal vez sea eso lo que más atrae mi atención.

Dado a que estás llevando a cabo tus estudios doctorales, ¿has pensado en incursionar en el género ensayístico?

Es una pregunta interesante, efectivamente el género ensayístico es algo que debo visitar con mucha frecuencia debido a mis estudios ahora mismo, y aunque siento mucho respeto por el trabajo académico y es algo que disfruto (valga decir, la mayoría de las veces, no todas), creo que ahora mismo no tendría un proyecto claro en este campo. Tal vez a futuro, por qué no, especialmente si hablamos de ensayo literario, que es algo que me gusta mucho.

¿En qué estás trabajando ahora?

Aunque no surgió tampoco como la idea de un libro, he estado ya un buen tiempo trabajando en un grupo de poemas que giran en su mayoría en torno a la experiencia del exilio. Luego de estar dos años en Estados Unidos, regresar a Bogotá durante un año fue como tener la oportunidad de procesar y exteriorizar esa experiencia de lo extranjero, la lejanía, la diferencia, en fin. Así que fueron surgiendo una serie de textos al respecto que ahora pienso que podrían llegar a conformar un nuevo libro. Ahora, ya de vuelta en Estados Unidos seguiré trabajando en eso y veremos qué resulta.


Paola Cadena Pardo Nació en Bogotá en 1983. Es Licenciada en Español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional y Magister en Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Cincinnati.  Publicó su primer libro  titulado Hotel en el 2008 con la editorial Ulrika, y su segundo poemario Cinema está próximo a aparecer en Venezuela con Bid & co. Editor. Poemas suyos han aparecido en diversas revistas y antologías de Colombia, España y México. Además, ha participado en varios encuentros como el Festival Internacional de Poesía de BogotáPoesía en Abril de Chicago, entre otros. Finalista del VI Certamen Internacional de Poesía Martín García Ramos, 2007. Ha colaborado en revistas nacionales y extranjeras, así como en organizaciones para la promoción cultural y literaria. Actualmente se desempeña como docente de literatura de la Universidad Pedagógica Nacional.