Vienes trabajando como artista desde hace años. Te pregunto:
¿Qué de ti va para el dibujo y qué va para el cuento?
No hay diferencias. El dibujo
y la escritura vienen del mismo lugar. La fuente de ambos es la misma. Para
escribir cuentos y para dibujar necesitas crear imágenes, tener la capacidad de
resumir una larga y complicada situación en unos pocos cuadros. En los últimos
años me he dado cuenta de que esa fuente se agota o se llena con inquietante
facilidad de imágenes que no me pertenecen o que no me sirven o que no me interesan.
Por eso cada día me cuesta más dibujar y escribir. Cada día me doy cuenta de
que las imágenes ya no me vienen (o no me seducen o no me interesan) con la
misma facilidad de antes.
¿Has creado personajes que aparezcan tanto en tus cuentos como
en tus dibujos?
No. No he sentido la
necesidad de dibujar a ninguno de mis personajes ni de ilustrar ninguno de mis
cuentos.
¿Cuál fue tu primera aproximación al cuento como género
literario?
Fue en 1995, el día en que
terminé de leer Así en la paz como en la
guerra, de Guillermo Cabrera Infante. Ese libro me volteó el cerebro, me
mostró que la literatura puede estar hecha de asuntos triviales y, sin embargo,
ser eso: literatura densa y poderosa.
Cuando dictas talleres de escritura creativa, ¿qué buscas?, ¿qué
quieres dejarle a los que comienzan a escribir?
Lo que más me interesa es
ayudar a mis alumnos a que cada uno descubra para qué sirve en esto de la
escritura. Hay personas con talento natural para escribir cuentos, otras para
escribir novelas, otras para escribir ensayos o poemas o reportajes o artículos
de opinión o manuales de instrucciones de electrodomésticos… Hay gente cuyo
talento es la lectura y solo la lectura, lo cual no es poca cosa y menos en un
mundo lleno de distracciones inocuas... Si sabes para qué sirves, te será más
fácil encontrar un lugar de dónde partir. Eso es todo.
Últimamente he estado pensando mucho en esto: La sociedad
insiste en educarnos para que busquemos una institución «madre» que nos
sostenga. Lo que hacen los artistas es ser su propia institución. No se trata
de esa visión bohemia y ridícula que algunos intentan reencarnar hoy en día,
sino de lidiar con las facturas y con los problemas de la realidad, aun
dedicándose rutinariamente al acto creador. ¿Qué piensas de esto?
Todo artista trata de lograr
que su trabajo se sostenga a sí mismo desde todo punto de vista. De no
lograrlo, el artista deberá trabajar para otros, dividirse y ser un oficinista
o un vendedor de carros de ocho de la mañana a cinco de la tarde y, de tal a
tal hora de la madrugada, dibujar, escribir o hacer lo que de verdad le
interese hacer, lo que, a la larga, produce fatiga y dolores de toda especie. Un
hombre dividido siempre anda cansado.
Entre los cuentos que has publicado, aparecen tus «Listas de
títulos». ¿Has utilizado algunos de ellos para desarrollarlos después como
historias?
Ya no.
¿Y qué tal: llegaste a utilizar alguno?
Sí, claro. Y me divertí
mucho.
Llevas el blog Roberto
Echeto presenta.... Es un espacio que requiere atención y actividad
constante. ¿Cómo ha cambiado tu labor como narrador la coherencia con la que
escribes en esta página?
Un blog es un cuaderno, un
taller abierto las 24 horas del día; nada más.
Pero, ¿al final te sirve o no? ¿Ha cambiado en algo tu escritura
por esto?
No encuentro diferencias
entre cultivar un género literario u otro. Escribir crónicas o ensayos no es
más fácil ni más difícil que escribir cuentos; son mundos distintos y cada uno
tiene su grado de dificultad. En ese sentido me cuesta ver la influencia del
blog sobre mi trabajo; es decir: yo no pienso en términos de blog a la hora de
escribir. Pienso en términos de nitidez, de contar o de exponer de la manera
más clara que (me) sea posible aquello que quiero contar o exponer.
¿En qué proyectos estás trabajando ahora?
Investigo sobre algunos
artistas que han redefinido la relación de los objetos cotidianos con las obras
de arte: Duchamp, Beuys, Reverón, Zhang Huan, Fred Frith, Agustí Fernández… No
sé qué saldrá de ahí.
Roberto Echeto nació en Caracas, Venezuela, en 1970; es Licenciado en Letras por la Universidad Católica Andrés Bello, productor de espacios radiales, dibujante y escritor. Ha publicado una novela (No habrá final) y tres libros de relatos (Cuentos líquidos, Breviario galante y La máquina clásica). Mantiene en línea el blog Roberto Echeto presenta…
Roberto Echeto nació en Caracas, Venezuela, en 1970; es Licenciado en Letras por la Universidad Católica Andrés Bello, productor de espacios radiales, dibujante y escritor. Ha publicado una novela (No habrá final) y tres libros de relatos (Cuentos líquidos, Breviario galante y La máquina clásica). Mantiene en línea el blog Roberto Echeto presenta…